Orgullosos de conseguir lo que nos habíamos propuesto, de
habernos superado y de haber podido
participar en este primer PROYECTO DE EMPRENDIMIENTO del Col·legi Sant Antoni. Tras más de un mes trabajando en ello este pasado viernes
fue el colofón final, la prueba de fuego que nos diría si habíamos sido buenos
emprendedores. Los alumnos de 2º y 5º de Primaria pudieron por fin montar ese
museo en la calle con el que ya tantos soñaban y demostraron que no solo lo
habían conseguido, sino que se superaron con creces.
Responsabilidad y Confianza fueron las palabras que más mencionadas
entre los visitantes. Nuestros alumnos nos enseñaron a todos que trabajando juntos
y con ilusión todo se consigue. Realizaron cada uno su trabajo con una gran
confianza en ellos mismos y una responsabilidad nada común en niños de su edad.
Los guías explicaron sus cuadros sin titubeos haciendo que la gente disfrutara de las obras. Sorprendió el inglés de nuestros más mayores y la facilidad de los pequeños. Los del taller animaron a todos los niños y la recepción no paró de animar a la gente a que entrara a visitarnos, consiguiendo así más de 600 visitantes. Los camareros hicieron que acabáramos con todas las provisiones, y los de seguridad mantuvieron el orden y avisaron a los restauradores cuando era menester.
Al mismo tiempo, publicidad siguió con sus fotos y sus entrevistas mientras que las directoras presentaron nuestro proyecto a la vez que dieron la bienvenida a cualquier grupo de visitantes. Y todo no hubiera sido posible sin la última pieza del puzle, los visitantes. Gracias a los abuelitos, ALMA y el Ayuntamiento, así como la demás gente que vino, porque como sabemos este proyecto se pensó como un puzle en el que cualquier pieza es necesaria y sin vosotros nunca lo hubiéramos completado.
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Los guías explicaron sus cuadros sin titubeos haciendo que la gente disfrutara de las obras. Sorprendió el inglés de nuestros más mayores y la facilidad de los pequeños. Los del taller animaron a todos los niños y la recepción no paró de animar a la gente a que entrara a visitarnos, consiguiendo así más de 600 visitantes. Los camareros hicieron que acabáramos con todas las provisiones, y los de seguridad mantuvieron el orden y avisaron a los restauradores cuando era menester.
Al mismo tiempo, publicidad siguió con sus fotos y sus entrevistas mientras que las directoras presentaron nuestro proyecto a la vez que dieron la bienvenida a cualquier grupo de visitantes. Y todo no hubiera sido posible sin la última pieza del puzle, los visitantes. Gracias a los abuelitos, ALMA y el Ayuntamiento, así como la demás gente que vino, porque como sabemos este proyecto se pensó como un puzle en el que cualquier pieza es necesaria y sin vosotros nunca lo hubiéramos completado.